sábado, 9 de julio de 2011

FINALIZA LA MISA DE LA AMISTAD

"Cambia lo superficial, cambia también lo profundo,
cambia el modo de pensar, cambia todo en este mundo ... y así cómo todo cambia, que yo cambie no es extraño ... "

Con esta bellísima canción que hiciera conocida la cantante Mercedes Sosa, los jóvenes del grupo musical de la Fundación, dieron inicio a la última Misa de la Amistad, el pasado 3 de julio en la Iglesia San Nicolás.


"Todo cambia... lo único que no cambia es el amor de Dios por todos nosotros". Con esa frase saludó el Padre Cirilo a todos los asistentes a la eucaristía. Y esta frase es un excelente ejemplo para entender por qué la labor pastoral y evangelizadora del Padre Cirilo ha tocado los corazones, las mentes y las vidas de cientos y cientos de personas durante sus casi 52 años de vida sacerdotal. Como sacerdote nos ha mostrado a un Dios de Amor, de bondad, de generosidad. Nos ha hablado de manera insistente de un Dios "lento en la cólera", al que le gusta la alegría, las risas, la música, los niños, la juventud. Nos ha mostrado a un Dios al que podemos hablarle con la certeza de que nos escucha.

Con su ejemplo y con su labor nos ha mostrado también cómo JESÚS es el Centro de su vida y nos ha invitado a hacer lo mismo. De allí precisamente, de esa coherencia entre su fe y sus acciones es que nace la Cruzada de la Amistad (1973) hoy día Fundación Cyriel De Pauw(2004).
Con la Cruzada se origina y se institucionaliza la Misa de la Amistad todos los domingos a las 10:30 a.m. Ese espacio, ese templo de San Nicolás, se tornó entonces en un espacio ideal para que los niños y los jóvenes pudieramos participar activamente de la Eucaristía, cantar, hacer las lecturas y acercarnos de manera clara y sencilla al Evangelio.

Por todo lo anterior, es que llegar al momento de celebrar la última Misa de la Amistad estuvo bañado con un tinte de nostalgia; sin embargo, una vez más el Padre Cirilo con sus palabras nos motivó a continuar adelante, a entender que a pesar de que este ciclo se cierra dentro de la Iglesia de San Nicolás, ese JESÚS que él nos presentó sigue vivo entre nosotros y debe permanecer vivo en nuestros corazones.

"... es mi deseo profundo que estos cambios que estamos viviendo en la Parroquia de San Nicolás -dijo el Padre Cirilo- no distorcione la unidad de la iglesia. Una Iglesia que debe permanecer unida en la diversidad". "El cuerpo de Cristo -agregó- sería sin la presencia del Espíritu Santo, tan sólo un cadáver y cada uno de nosotros debe sentir la grandeza del Espíritu, ese Espíritu que es el que nos quita el desaliento". Finalizó diciendo: "continuemos animándonos para que la Iglesia de San Nicolás siga siendo ejemplar en todo Cali".
De esta manera y entonando el Himno de la Alegría llegamos al final de este ciclo dentro de la Parroquia, pero nos fuimos con el corazón agradecido por haber podido crecer al lado de este hombre que a pesar de las dificultades siempre nos llena del aliento de Dios, borrando de esta manera cualquier signo de tristeza y llenándonos en cambio de nuevas energías para continuar haciendo de Jesús el centro de nuestras vidas.



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